En conclusión, los normalistas adquirieron
los siguientes perfiles de egreso, entre ellos se encuentran; “posee una
identidad cultural sustentada en los pueblos indígenas y se asume como un
docente empático ante la diversidad desde su trabajo profesional, comprometido
en la construcción de una identidad cultural con todos”. En este sentido, se
observa que se cumplió satisfactoriamente, dado que en nuestra comunidad
valoramos las diversas formas de vida, se reconoció y apreció la identidad
cultural del pueblo de Tohopkú, y nos incorporamos plenamente a la vida
comunitaria durante nuestro arraigo.
En segundo lugar, se tiene: “aprende y usa
la lengua indígena del contexto como referente identitario en un proceso de
valorización y revitalización lingüística”. Respecto a este punto, se ha
logrado construir una identidad cultural sólida basada en el reconocimiento de
las comunidades, se ha demostrado un esfuerzo significativo en aprender, así
como, en utilizar la lengua indígena del contexto, fortaleciendo así el proceso
de revitalización lingüística, lo cual es esencial para preservar el patrimonio
cultural de las comunidades.
Asimismo, se han implementado procesos
educativos innovadores, basado en el diálogo de saberes, creando ambientes de
aprendizaje diversificados, equitativos e inclusivos; estos esfuerzos no solo
se limitan al aula, sino que también abarcan la escuela y la comunidad en
general. Los niños atribuyen un valor especial a su lengua materna como medio
de comunicación, por lo tanto, es importante preservarla sin imponer
limitaciones.
Otro aspecto abordado es el de: "genera
procesos educativos basados en el diálogo de saberes y crea ambientes de
aprendizaje diversificados, equitativas e inclusivos en distintos ámbitos
(aula, escuela, comunidad o región), empleando metodologías que partan de las
distintas cosmovisiones y de los saberes disciplinarios". En nuestro caso,
el diálogo fue la herramienta principal para fomentar la integración,
permitiéndonos conocer tanto la vida cotidiana como los conocimientos
tradicionales. Durante estas interacciones, se crearon entornos de convivencia
saludables en los que los alumnos pudieron expresarse desde su propia
cosmovisión. Asimismo, el diálogo continuo durante las tardes fue fundamental
para recopilar información sobre los saberes locales.
En México, la educación indígena ha sido
descuidada, y aunque se han implementado diversas estrategias, aún queda un
largo camino por recorrer para lograr una educación más inclusiva y sensible a
la diversidad cultural del país, con todo lo presentado, se busca evidenciar
que la integración de los múltiples conocimientos culturales en el currículo
educativo, permite que los educandos obtengan un óptimo aprendizaje respetando
y valorando los distintos elementos pertenecientes a la cultura del alumno, de
este modo, se impulsa una educación inclusiva.
El estar arraigado en la comunidad permite
establecer relaciones propias con el contexto, un docente que se siente
arraigado muestra un compromiso reformando no solo en la enseñanza académica,
sino también en el bienestar integral de sus estudiantes. Al fusionar la teoría
con la práctica, se crea un entorno de aprendizaje significativo que promueve
el desarrollo de habilidades cognitivas, sociales y emocionales. Por ello, es
importante crear ambientes educativos equitativos y complementarios,
enfocándose en el diálogo entre las diferentes cosmovisiones culturales para
enriquecer los procesos de enseñanza-aprendizaje, de esa forma, se promueve una
valoración hacia la diversidad cultural.
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