En la unidad de estudio “infancias en México. Consideraciones
básicas en la escolarización” Plan
de estudios 2022, se analizó la situación de la infancia en México,
centrándose en las condiciones sociales, económicas y culturales en las que
viven los niños, además se exploran las experiencias de los niños en el
contexto escolar, incluyendo su acceso a la educación, su participación en el
aula y los desafíos que enfrentan. Se trata el desarrollo infantil, desde el
enfoque de usos y costumbres de las culturas originarias, comprendiendo la
interrelación de los factores que influyen en la escolarización de las
infancias. A partir de esto, se entiende la importancia de valorar la cultura
del alumno como parte de su aprendizaje y relacionar los contenidos temáticos con
la vida cotidiana.
Como señalan Alvarado, N. y Salvador, E. (2018),
quienes citana Albarrán, J. (2012), en la investigación de Ramos y Escobar,
estos vestigios revelan experiencias infantiles fugaces, que permiten reconocer
a un actor y a una voz más de la posrevolución mexicana, “la interpretación del
niño depende de su momento histórico, su lecho familiar y su contexto cultural,
y resalta que su perspectiva pueda ser tan efímera como las huellas que dejan
en la historia”, esto quiere decir que, a través de la escritura y el dibujo se
puede expresar la cultura alterna a la escuela, para manifestar sentimientos y
emociones, sobre su vida tanto dentro como fuera de la escuela. Sin embargo,
los niños también pueden transmitir su cultura de manera oral con nuevas
personas, ya sea a través de su lengua materna o el español, aunque la mayoría
prefiere hacerlo en la segunda lengua, por distintas posibles razones.
Como afirma Lenkersdorf, C. (2008),
escuchar tiene una gran diferencia a oír, ya que, escuchar implica prestar
atención activa y consciente a esos sonidos para comprender su significado,
mientras que, oír se refiere al acto físico de percibir sonidos. El escuchar
hoy se encuentra en crisis. No escuchamos. Esto es porque ahora en la vida
cotidiana la mayoría solo refleja el acto de oír, no presta atención a lo que
le dicen, tal como se observó en algunas comunidades, hay niños que no se
interesan por hablar maya, a pesar de que sus padres hablen esa lengua, ellos
se niegan a escuchar, prefiriéndose comunicar en español.
Los niños olvidan o niegan su lengua
originaria debido a varias razones; en primer lugar, el español es el idioma
predominante en la sociedad que les rodea, por lo que lo ven como el idioma
principal de interacción; además, es la lengua que predomina en la escuela; le
toman mayor importancia al español dejando atrás la lengua maya, perjudicando
la preservación de la cultura. Esto se relaciona con la unidad de estudio
“habilidades lingüísticas en contexto”, porque el objetivo es promover el desarrollo
de las habilidades comunicativas en lenguas maternas, buscando fortalecer y
revitalizar las lenguas y lenguajes, con base en los saberes comunitarios, por
lo tanto, la lengua es base de nuestras raíces, conformando nuestra identidad
cultural, como señala Rodríguez, T. (2019), se tiene que estudiar la lengua,
aplicando diagnósticos sociolingüísticos en las comunidades para recabar
información sobre el estado actual de la lengua y proponer soluciones para
preservarla, fomentando la revalorización cultural que significa tomar valores
positivos de la cultura local a fin de rescatar
los mismos y reintegrarse, esto se hace mediante la investigación de
acción participativa, donde el observador se involucra en la comunidad.
López, P. (2019) afirma que, en México
existen entre 69 y 70 lenguas
indígenas, entre las más practicadas está el náhuatl, la maya y el
tzeltal, dentro de una comunidad estas son el vehículo de transmisión de
saberes y valores a través de prácticas, al igual que, expresiones cotidianas,
que dan sentido de identidad, asimismo cohesión social, una lengua se extingue
cuando ya no hay hablantes, uno de los problemas es que el sistema educativo se
instruye para ser monolingüe enseñando en español, cuando somos un país
multilingüe, por ello, se propone la implementación de escuelas interculturales
donde se practiquen las lenguas indígenas y se reconozca la pluralidad de
México.
Se aplicó el diagnóstico en la comunidad
de Tohopkú en el que se ve reflejado la cantidad de alumnos que hablan la
lengua maya, arrojando que el 73.8 % de los niños de la primaria hablan y se
comunican en dicha lengua, observando en el aula, se logró identificar que una
pequeña parte de los niños, prefieren que las clases sean impartidas en lengua
maya, ya que, les llamaría mejor la atención al ser su lengua materna.
Como ya se había mencionado, se pudo
observar que los niños prefieren hablar el español, sin embargo, la primera
lengua que aprenden en casa desde pequeños es el maya, siendo esa su lengua
materna, la utilizan mayormente dentro de su hogar, para hablar con su familia,
esto se ve relacionado estrechamente con el material de “desarrollo del niño y
el adolescente” de Meece, J. (2000), nos da la parte teórica donde señala que
el niño aprende el lenguaje que escucha en su entorno, además, para adquirir el
lenguaje es necesario interactuar con otras personas. Entonces se entiende que,
si al niño le hablan maya en su casa, será la lengua que aprenda para expresar
sus necesidades, ya que, los padres interactúan verbalmente con los niños desde
su nacimiento, esto a su vez representa un legado cultural al preservar la
lengua.
Por consiguiente, el aporte de Noguera, C.
(2017), en la adquisición del lenguaje afirma que, se concibe el lenguaje
infantil a: “el tipo de lengua que se habla en la infancia, durante el proceso
de aprendizaje de una lengua materna”, en este caso la lengua maya es el
lenguaje infantil de la mayoría de los niños de la comunidad, recordemos que
este proceso de aprendizaje tiene distintos niveles como el balbuceo o el pre
silábico, requiere de oraciones cortas y muchas repeticiones para ir
concretando el lenguaje.
Lo anterior se relaciona con la unidad de
estudio “lengua originaria. Identificación morfológica y sintáctica”, ya que,
se encarga de estudiar la lengua maya a profundidad desde su pronunciación
hasta sus componentes, sustantivos concretos y abstractos, adjetivos, al igual,
los verbos, además se pretende entender como es el proceso de adquisición del
lenguaje, posteriormente, el proceso de escritura. Se retoman los saberes de la
comunidad y a través de diagnósticos integrales se busca tener un control sobre
el conocimiento de la lengua maya.
Por otra parte, de acuerdo a la UNICEF
(2019), en el material “la agenda de la infancia y la adolescencia 2019-2024”,
se analizó que, la población indígena en México enfrenta desventajas
especialmente en la etapa de la infancia, por lo que existen brechas que suelen
ser barreras para la educación y la calidad de vida, ante eso el gobierno
formula propuestas para solucionarlas, aunque no siempre se logra el resultado
deseado. Una de las
brechas observadas es el rezago en términos de aprendizaje, esto se agravó
debido a la pandemia del COVID-19, en la escuela primaria el 19.3% son
repetidores, además en cuarto, quinto y sexto hay niños que aún no saben leer o
escribir, habilidad que por su grado ya deberían poseer, ante esto se
implementan estrategias donde se involucra el método Sarita, los niños
repetidores solo realizan lecturas y copia de la misma, esto es un problema que
retrasa las clases porque el profesor tiene que darse el tiempo para apoyar a
los niños, sin embargo, el aprendizaje que deberían a tener respecto a su grado
académico se ve afectado, porque se centran únicamente en las lecturas.
Otro problema de esta brecha es que lo
jóvenes no tienen un fácil acceso a la educación media superior, debido a que
la localidad no cuenta con una institución educativa de bachillerato, entonces,
tienen que trasladarse a Kaua o Valladolid para poder obtener esa educación,
muchas veces debido a problemas económicos esto no es posible ocasionando la
deserción escolar. De igual forma, se observó que, en la comunidad de Tohopkú predomina
la perdida de la lengua maya y parte de las tradiciones de la región, como se
ha mencionado las generaciones jóvenes prefieren hablar español, dejando en
desuso el maya, aunque lo dominen oralmente, limitándose a usarlo solo en su
casa para hablar con la familia.
Lo anterior se vincula con la unidad de
estudio “diálogo de saberes en la educación intercultural”, debido a que en el
material de “diálogo, saberes y educación no formal. Una propuesta desde la
mirada intercultural”, Fuentes, A. y Campos E. (2018), se centran en algunas
propuestas para dar solución cerrando algunas brechas, en el Plan
Nacional de Desarrollo 2013-2018 se propuso un México incluyente que respete
los derechos humanos donde la sociedad sea equitativa y tengan una igualdad de
oportunidades; buscando consolidar plataformas de movilidad social para cerrar
las brechas existentes entre los diferentes grupos sociales del país.
Para revalorizar los saberes indígenas, en el libro se
habla del Programa
Especial de Educación Intercultural
2014-2018, este busca que se transversalize el enfoque intercultural en la
educación a través de seis objetivos, con sus respectivas estrategias y líneas
de acción, así, este instrumento articula los esfuerzos educativos en materia
de atención a la diversidad cultural y lingüística del país, que se en camina
hacia la importante tarea de transformación de la sociedad.
Núñez,
K. y Baronnet, B. (2017), afirman en el material “infancias indígenas y
construcción de identidades” que, el análisis de los procesos de construcción
identitaria de niños y niñas indígenas en los contextos culturales,
comunitarios y políticos se vislumbra complejo, pero sumamente inspirador, ya
que, el debate contemporáneo se relaciona a los conceptos de identidad, cultura
y comunidad.
En la unidad de
estudio “la indagación del contexto comunitario y educativo”, Mamani, O.
(2011), afirmó que, la escuela se desarrolla en la comunidad y la función de la
escuela es lograr la participación de las comunidades en la planificación
efectiva y organizada de la gestión escolar, esto quiere decir, que los
docentes deben tomar en cuenta el contexto en donde se desenvuelven los niños,
relacionando los temas de clase con la cultura de la comunidad, desde una
visión vygotskiana, el aprendizaje implica el entendimiento e internalización
de los símbolos, signos de la cultura y grupo social al que se pertenece, las
personas se apropian de las prácticas y herramientas culturales mediante la
interacción con miembros experimentales; es por ello, que los procesos de
andamiaje son importantes, ya que, se construye en conjunto distintos saberes.
La
cultura juega un papel fundamental en la construcción de la identidad de estos
niños y niñas, a través del aprendizaje de la lengua, las tradiciones, las
costumbres, así como, los valores de su comunidad van desarrollando una
identidad cultural sólida que les permite entender quiénes son y cuál es su
lugar en el mundo. Como afirma Limongi (1993) “todos los seres humanos tienen
la habilidad de adquirir ‘el lenguaje’ y aprenderán aquella versión donde se crían
los grupos; el lenguaje es un rasgo de la cultura”.
Se
puede decir, que la relación lengua-cultura, enmarca aspectos propios de los
pueblos, cada comunidad tiene su propio conjunto de normas, valores, creencias
y tradiciones que se reflejan en su idioma. Por lo tanto, se puede decir que la
lengua y la cultura están intrínsecamente relacionadas, ya que, la lengua
enmarca aspectos propios de los pueblos, como su historia, tradiciones,
creencias y formas de pensar.
En la unidad de estudio “docencia
intercultural, plurilingüe y comunitaria”, se tiene como objetivo que los
estudiantes indaguen y estén inmersos en la comunidad de arraigo a través de
las prácticas sociopedagógicas, tomando en cuenta las cosmovisiones,
experiencias de los habitantes para visibilizar sus costumbres y tradiciones,
estando observando en la comunidad se logró identificar que los habitantes
mantienen vivas sus tradiciones y costumbres, sin embargo, la mayoría de los
niños no se interesa por ello, los padres son los que mayormente tienen dichos
conocimientos de la cultura, como las plantas medicinales, rituales para el
cuidado de la milpa, ceremonias, etc.
De acuerdo al material “documento
base de la educación de los pueblos originarios”, de la Dirección de Educación
Indígena (2011), se plantea que, la
escuela no debe ser ajena a estos procesos de aprendizaje que los niños van
adquiriendo al lado de sus padres, en la sociedad en la que van creciendo y en
el marco de los elementos que conforman su cultura, esto es algo importante,
antes no se tomaba en cuenta a los pueblos indígenas, sin embargo, con la Nueva
Escuela Mexicana (NEM),
los docentes se encargan de incluir y tomar en cuenta el contexto en donde se
desenvuelve el niño, sirviendo de ayuda para mantener viva la cultura.
La unidad de estudio “pedagogía y
perspectiva decolonial”, se centra en la revisión de algunas tendencias
pedagógicas que han incidido en el quehacer docente en nuestro país,
privilegiando históricamente la homogeneización
sociocultural desde la acción educativa, imponiéndose políticas colonizadoras
en las escuelas. Marañón, B. (2014), en su material “buen vivir y
descolonialidad crítica al desarrollo y la racionalidad instrumental”, se
enfatiza la importancia de descolonizar el pensamiento y las prácticas en el
ámbito del desarrollo, reconociendo, así como, respetar la diversidad cultural.
Actualmente,
como se menciona, la NEM tiene una perspectiva decolonial, porque, busca
transformar los sistemas educativos para que sean más inclusivos, equitativos y
respetuosos con la diversidad cultural de las comunidades indígenas, valorando
los conocimientos locales y tradicionales, de igual forma, promover la
participación comunitaria en la toma de decisiones educativas.
Para
finalizar, la escolarización de las infancias en México requiere una reflexión
profunda sobre la necesidad de adoptar una perspectiva decolonial en la
educación, es decir, una visión decolonial, una propuesta educativa basada en
esta mirada, busca rescatar conocimientos, saberes y formas de organización de
las relaciones sociales que han sido olvidadas por el imperio de una sola forma
de concebir el desarrollo, que establece en la modernidad capitalista el punto
más alto en la evolución humana. Es fundamental reconocer, al igual, valorar la
diversidad cultural y lingüística del país, así como los legados coloniales que
siguen afectando a las comunidades indígenas.
En México, las infancias están marcadas
por una diversidad de realidades que reflejan las desigualdades sociales y
económicas del país, aunque existen avances en materia de escolarización,
todavía persisten importantes desafíos. Es crucial reconocer la importancia de
la educación inicial como etapas fundamentales en el desarrollo integral de los
niños y niñas, estas etapas sientan las bases para un aprendizaje significativo
a lo largo de la vida y deben recibir la atención y el apoyo necesarios por
parte de las autoridades educativas.
En esta unidad se cubren los rasgos del
perfil de egreso al promover el respeto de los derechos humanos y el trabajo
colaborativo entre miembros de la comunidad, para realizar el trabajo se
utilizó la investigación educativa para el reconocimiento de la realidad
sociocultural, además se retoman los saberes profesionales como el saber ser y estar al valorar los
conocimientos de los pueblos y las distintas maneras de pensar, se aborda el saber conocer al identificar rasgos culturales, lingüísticos y humanos que
le dan pertinencias a un grupos, por último el saber hacer también estuvo presente al asociar las cosmovisiones de
los pueblos con los contenidos disciplinares.
Es fundamental reconocer y valorar la
diversidad de conocimientos tanto de los pueblos indígenas como de la ciencia
moderna, estableciendo relaciones de igualdad entre ellos. Esta apreciación
debe extenderse a las diferentes maneras de pensar que surgen en los procesos
de aprendizaje y enseñanza, promoviendo un ambiente inclusivo, así como,
respetuoso. Explorar saberes y conocimientos tradicionales en diversos
espacios, como la casa, la escuela y la comunidad, permite una comprensión más
profunda y amplia de las expresiones humanas. Esto reafirma el compromiso con
una educación indígena e intercultural pertinente y contextualizada que refleje
la responsabilidad histórica tanto de integrar como de respetar los saberes e
identidades comunitarias en el ámbito educativo.
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